lunes, 19 de mayo de 2014

Tener algo en la punta de la lengua

Anteayer por la mañana iba por la calle cuando me encontré con mi amiga Gertru, estubimos hablando un buen rato y decidimos ir a tomar algo. Ella me explicó como le iba por la universidad y yo le expliqué mi viaje a China. Entonces ella me dijo que tiene un amigo que viajó hace dos semanas allí también, pero no se acordaba el nombre de la ciudad.
-Ay, lo tengo en la punta de la lengua - me dijo-.
Entonces ella saca la lengua y veo que tiene algo clavado en la punta. Tenia una especie de papel muy pequeño. Ella intentaba hablar con la lengua fuera, pero yo no la entendia. Entonces me di cuenta de lo que decia: <<¡Quita el papel!>>. Me gritaba. Así que acerqué mi mano a su lengua y cuidadosamente y muy asqueada cojí el papel que había en la punta de su lengua.
-Ábrelo - me dijo-.
Así que le hice caso y escrito en el papel ponía: Pequín.
-Pone Pequín.
-¡Eso era! Ya te dije que lo tenía en la punta de la lengua.
Yo me quedé estupefacta. Nos despedimos y me fui a mi casa. Aún sin entender cómo diantres había sucedido eso. Hasta que llegué a la conclusión de que era extremadamente idiota.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Para que yo me llame...

Para que yo me llame Belén como yo me llamo, antes, mis padres tuvieron que pasar por muchas cosas. Ellos se conocieron, vivieron y luego...¡Belén!
Mis padres se llaman Rosana y Augusto. Ellos se conocieron en una discoteca en Buenos Aires, Argentina. Mi madre tenia quince años, y mi padre, diecinueve.
Mi padre acudió a la discoteca con un amigo suyo, y mi madre con una amiga suya. Mi padre iba a salir con la amiga de mi madre, y mi madre con el amigo de mi padre.
En la discoteca, bailaron toda la noche con sus respectivas parejas. Bailaron hasta no poder más. Cuando volvían en coche, a las tantas de la madrugada, en medio de la carretera, el coche se estropeó. Allí empezaron a establecer contacto. Sus parejas fueron en busca de ayuda, mientras ellos se quedaron a esperar y en el coche.
Empezaron a hablar y a hablar, y resultó que tenían más en común de lo que pensaban.
Al final, pudieron arreglar el coche y volvieron a sus casas.
Al cabo de unos días, mi padre llamó a mi madre y empezaron a quedar.
A partir de ahí comenzó su vida juntos. Viajaron e hicieron un montón de cosas, se casaron, trabajaron, y al final llegamos donde estamos ahora. Mi familia, mi hermano, mis padres y yo.